LA SEGURIDAD EMPIEZA AQUÍ

Un sistema de frenos eficiente es el prerrequisito fundamental para la seguridad del vehículo. Una acción aparentemente sencilla, como lo es la presión de tu pie en el pedal, acciona una serie de mecanismos que reducen la velocidad del vehículo o lo detienen completamente.
El pedal de freno, la bomba, los tubos, las pastillas, los discos, las zapatas y los tambores son los componentes principales del sistema de frenos. Para garantizar el máximo nivel de seguridad del vehículo, se han de comprobar regularmente junto con un control periódico del líquido de los frenos: un cuidado adecuado del sistema de frenos representa una garantía para su propia seguridad, de los pasajeros y también de los peatones.

¿SABÍAS QUE?

  • Para obtener la mezcla de una pastilla de freno es fundamental combinar de forma equilibrada varios elementos como resinas, goma, talco, metales, fibras de carbono, vidrio y cerámica. Esto es necesario para garantizar un frenado eficaz y asegurar el mismo resultado en cualquier situación.
  • La distancia de frenado es el espacio recorrido desde el momento en el que el conductor percibe el peligro hasta que detiene completamente el vehículo. Un sistema de frenos efectivo es determinante y marca la diferencia entre viajar seguros y estar expuestos a riesgos.

CONSEJOS ÚTILES

El sistema de frenos no puede averiarse de forma imprevista, salvo que se rompa accidentalmente el tubo del líquido de frenos. Muchas veces sin darnos cuenta nos acostumbramos a conducir con frenos desgastados y adaptamos nuestro estilo de conducción.
Los síntomas principales de un sistema de frenos, que requiere una intervención inmediata de mantenimiento son:

  • Ruidos inusuales.
  • Vibraciones perceptibles en el pedal freno.
  • Aumento injustificado de la distancia de frenado.
  • Tendencia del vehículo a ir hacia la derecha o la izquierda durante el frenado.
  • El pedal de freno se hunde sin dar ninguna respuesta.