PROTECCIÓN PARA TU VEHÍCULO
La función esencial de los filtros del coche es retener las impurezas, al ofrecer distintos tipos de protección y ventajas para los ocupantes del habitáculo, para el mismo vehículo y para el medio ambiente.
- Filtro del habitáculo: es el responsable de la calidad del aire que se respira en el interior del vehículo. Limpia el aire que entra en el vehículo por los conductos del sistema de calefacción o del aire acondicionado. El filtro del habitáculo ofrece una protección activa contra polen, polvo y otros agentes contaminantes.
- Filtro de gasóleo: sirve para retener las impurezas sólidas o líquidas en el combustible para mejorar su calidad y asegurar, por consiguiente, prestaciones óptimas del motor. El agua en el gasóleo es un enemigo peligroso del sistema de inyección porque provoca daños costosos a la bomba y a los inyectores.
- Filtro de aire: protege el motor del vehículo contra el polvo del aire, para que pueda funcionar según un proceso de combustión puro. Las ventajas ofrecidas por un filtro de aire en buen estado son: máximo rendimiento del motor, consumos menores de combustible, emisiones reducidas y prestaciones óptimas.
- Filtro de aceite: depura de forma continua el aceite motor, al retener todas las impurezas derivadas de las partes en movimiento del mismo motor, tales como polvo y residuos de combustión.
- Filtro antipartículas: forma parte del sistema de escape de los motores Diésel y, al retener el polvo, reduce las emisiones contaminantes. Lo constituye una estructura cerrada, que encierra las partículas y las quema, para evitar que se pierdan en las atmósfera.
